Mikafé

Y bien, el sábado pasado Kei me llevó a pasear y a tomar algo al Mikafé. De entrada no puedo dar muy buenas opiniones sobre el aspecto exterior del local ya que la calle donde se encuentra está en construcción. El interior es muy pequeño, aunque está bien arreglado, sus paredes son naranjas y tiene paneles de pvc rectangulares con imagenes de anime en las paredes.
Algo interesante es que tiene una gran variedad de revistas japonesas acomodadas en unos racks, fue interesante tomar una de ellas y hojearla, me hubiera gustado ser capaz de llevarmela conmigo.
Como era media tarde y acababamos de desayuno-comer no teníamos mucha hambre. Así que pedimos un té para los dos, takoyaki y un tampico roll.

El té en realidad se trataba de una infusión de jengibre fresco cortado en julianas largas. Lo pedí frío pero seguía tibio cuando me lo llevaron. Tenía un buen sabor aunque se sentía mucho el picante del té, afortunadamente le habían puesto bastante azúcar y era soportable.

De todo lo que nos sirvieron, el takoyaki fué lo más sabroso. Era crocante y tenía salsa agridulce, cebollinos, hojas de bonito seco y mayonesa encima. Estaban calientitos y de hecho estaba tan rico el plato que poco faltó para que me lo terminara sin haber tomado una fotografía antes.

El tampico roll estaba... 'bien'. Por no decir menos, a la salsa tampico le faltaba el chile y el arroz estaba algo seco, aunque el rollo en sí estaba bien hecho y no sabía mal. Kei y yo descubrimos que de hecho las piezas sabían muy pero muy rico aderezadas con la salsa agridulce de los takoyaki.
Nunca antes había estado en este lugar, fue mi primera vez y creo que está mucho más padre para ir en bola (aunque el espacio del local impide multitudes). A menos claro que vayas a comer algo en serio y quieras disfrutar un rato con tu pareja. Otra cosa que lamento es que no tenían luz en el local así que no pude comer postre. Quería un pan con crema pastelera pero no tenían donde calentarlo.
En fin, para pasar un rato con Kei fue una experiencia divertida, pero creo que tendremos que volver en un momento en el que ya no tengan problemas de electricidad y el pavimento haya sido colocado para poder dar una revisión.

My first bento!

My daughter is always picky when it comes about food. I try my best to give her nice looking food but one way or another she always ends up not eating the whole thing. Mainly because she plays so much she forgets to eat (or so she says).
Last wednesday I did a small bento for her and weirdly enough I had the feeling inside telling me 'Today is the day!' and so I took a pic of the succesful winner on beating Mariana's uneven feeding.
It's nothing elaborate, but she ate the whole thing so right now I feel quite glad and self-satisfied.
The bento consisted in a sadwich roll, made with a flattened slice of integral bread, cream cheese and ham; garnished with a couple of baby spinach leaves. On the second tier I placed some aliced apricot for her.

As you can see, it' not as big as it seems.

A close up so you can look better.

En Cancún

En nuestras última vacaciones decidimos irnos de vago a Cancún. Pobrecitos de nosotros. Y debo admitir que comimos muchas cosas deliciosas pero solo unas cuantas gozaron de obtener una foto. Más que nada porque para el momento que recordaba tomarles la foto ya me lo había comido todo por completo. =P
Pero bueno, varias cosas se salvaron y me enfocaré en ellas.

El segundo día, si no mal recuerdo, fuimos a playa mamitas, una playa muy bella donde había palapitas frente a los restaurantes. Tenían unas aguas naturales muy sabrosas (yo pedí una de sandía) y el pescado que probé estaba delicioso. El nombre del plato era Pescado al cardenal cubierto de camarones, y era una pescado cocido a la plancha aderezado con salsa bechamel y camarones encima, sus guarniciones eran unas deliciosas verduras al vapor y un arroz exquisito. Tenía un gusto a paella excelente.

Como se darán cuenta, apenas me acordé a tiempo de la foto. XP

Esa misma noche fuimos a un lugar muy lindo llamado Ah Cacao donde el café es excelente y el chocolate ni se diga. Lo más llamativo del lugar es que venden cosas hecha con cacao, desde barras de jabón (que por cierto compré), aceites de aromaterapia e incluso frascos con ramas de vainilla.


Hubo una noche en que comí un delicioso sushi de atún con salsa agridulce de jamaica y el de mi papá era de salmón ahumado con salsa de tamarindo. Camila se echó una arrachera entera y Mariana un pastel de chocolate. Mamá y Olguita se tomaron un caldo de pollo.

La última noche salimos a un lugar llamado La Madonna donde naturalmente se especializan en comida italiana. Todo estaba delicioso y debo admitir que bastante llenador, como casi todo allá estaba caro, sin embargo las raciones eran bastante grandes y de hecho a mí me sobró tanto que pude desayunar más pasta al día siguiente. Mariana por cierto actuó como una adicta a la pizza de pepperoni y los nuggets de pollo, ya que no comió absolutamente nada más.

Solo la mitad sobrevivió. O_o

El 'pequeño' plato de Camila, brochetas de camarón y filete de res.

Boquinete al perejil. X3

Tagliolini de albahaca a dos salmones. Mi plato. *drool*

Creo que lo más sobresaliente del viaje en lo que a alimentos se refiere, es que la cocina en casi cualquier lado es excelente, con buen sazón y muy agradable. Imagino que ello es precisamente por la zona turística pero debo admitir que si así fuera en todas partes del mundo la gastronomía tendría una cara completamente diferente por lo menos en lo que a México se refiere.

Un Cosmopolitan de cortesía, delicioso y en su punto. Perfecto para refrescarme en la noche.

Aunque eso sí, al final del viaje, nuestra última comida en Cancún consistió en una sencilla hamburguesa del Burguer King y una pizza del Pizza Hut... Vaya manera de acabar. =P